Toda ecología es política: Las luchas por el derecho al ambiente en busca de alternativas de mundos

Compartir en

Reseñas

Toda ecología es política: Las luchas por el derecho al ambiente en busca de alternativas de mundos


Por: Matías Flores
Tramas frente-Merlinsky.-Toda-ecología-es-política-tapa Toda ecología es política: Las luchas por el derecho al ambiente en busca de alternativas de mundos  Revista Tramas

En este libro Gabriela Merlinsky pone sobre la mesa el valor de la naturaleza más allá del precio que le intentan poner las empresas a la hora de explotar sus recursos, revelando valores culturales, simbólicos y expresivos presentes en el medioambiente. Exponiendo además que lo natural no es exclusivo de zonas rurales, sino que también existe en las áreas urbanas, donde se desprenden desigualdades por diferencias en el acceso a agua potable y cloacas, ubicaciones de viviendas cercanas a residuos sólidos en las afueras de las ciudades, a industrias nocivas o en zonas inundables, entre un sinfín de problemáticas ambientales que aparecen en las urbanizaciones. De allí la necesidad de elevar la discusión de la ecología a las ciencias sociales, a lo jurídico y a lo político.

Merlinsky se opone a la creencia estándar de que “ninguna preocupación ambiental debe imponerse al camino del desarrollo económico, y que en caso de ser necesario, este puede remediar la situación con tecnología y/o pago por daños ocasionados”. Dicho paradigma no reconoce que las problemáticas analizadas llegan a ser irreversibles y sistemáticas como son la extinción de especies o la destrucción de hábitats y ecosistemas. A ello se suma que la elaboración de informes ambientales llegan a tardar años en llevarse a cabo, tiempo en el que las empresas no hacen más que lucrar mientras que la población afectada ve su salud cada vez más deteriorada. En contraposición a esta idea totalitaria del desarrollo económico por sobre todo lo demás, surgen conceptos claves como la sustentabilidad, y modelos de desarrollo alternativos y del posdesarrollo.

 

Es importante tender puentes entre la cuestión social y la ecología y lograr puntos de referencia que sirvan a la acción política

 

El libro aborda diferentes definiciones de justicia ambiental, construidas a partir de la denuncia de desigualdades que se producen cuando el daño ambiental impacta en mayor medida en mujeres, miembros de barrios informales, comunidades campesinas y grupos indígenas. De allí surgen alianzas estratégicas multiculturales y de diferentes estratos sociales (clase trabajadora, sindicatos, agrupaciones de derechos civiles, grupos indígenas y movimientos de base) en torno a la justicia ambiental como marco común que se articula para avanzar sobre la crisis del medio ambiente y las injusticias que sufren diferentes colectivos sociales.

Sin dejar de aclarar que los casos utilizados en el libro son solo un pequeño puñado de todos los problemas ambientales que existen en el mundo, la autora ilustra los conceptos que trabaja a lo largo del texto analizando puntuales y acertados problemas ecológicos a nivel global, principalmente latinoamericanos, como pueden ser casos megaminería en Argentina y Perú, donde ilustra ganancias extraordinarias, exportación de recursos minerales, reducción de cultivos, disminución y contaminación de canales de agua y pérdidas de ganado. Así pasan por su conceptualización y análisis la guerra del agua en Cochabamba, el intento de dejar atrás una reserva natural en Tepoztlán, las desigualdades socioambientales que se presentan en las viviendas que surgen en torno a Riachuelo en Buenos aires, entre otros ejemplos que contribuyen a interpelar al lector.

Históricamente las comunidades perjudicadas eran apartadas e invisibilizadas a la hora de generar conocimiento sobre el problema medioambiental de su localidad y especialmente en la construcción de intervenciones para resolver la problemática planteada por no ser “expertos”. Actualmente los colectivos afectados consiguen entrar en los debates a través sistemas híbridos en los que profesionales (poseedores de saber técnico) y afectados (saber experiencial y práctico) colaboran para presentar una postura que les permita reclamar políticamente, no solo por una compensación monetaria a los cuerpos dañados, sin también por la reparación de la naturaleza degradada.

 

Aunque el derecho al ambiente sano o los derechos de la naturaleza están consagrados en buena parte de las constituciones latinoamericanas, su realización plena está muy lejos de concretarse

 

Si bien pueden identificarse avances, la autora remarca la importancia de buscar una nueva forma de participación en el espacio político para generar condiciones que permitan a los actores ser escuchados y atendidos en sus reclamos y así generar en decisiones políticas para alcanzar -institucionalmente- la resolución de los conflictos ambientales en términos de justicia y equidad.

Tramas resena-ecologia Toda ecología es política: Las luchas por el derecho al ambiente en busca de alternativas de mundos  Revista Tramas

Compartir en

Comentarios cerrados.