Identidad, Política y Formación: experiencias de emancipación en organizaciones sociales en Resistencia

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Miradas Locales

Identidad, Política y Formación: experiencias de emancipación en organizaciones sociales en Resistencia


Por: Yamila Miers
Tramas WhatsApp-Image-2019-12-09-at-16.23.10 Identidad, Política y Formación: experiencias de emancipación en organizaciones sociales en Resistencia  Revista Tramas

  Introducción

     El presente artículo es resultado del avance en terreno de una investigación en curso en el marco de la tesis de Maestría en Gobierno y Economía Política de la Escuela de Gobierno de la Provincia del Chaco en convenio con la Universidad Nacional de San Martín, bajo la dirección de la Dra. Marisa Duarte llevada a cabo en el segundo semestre del 2019. El trabajo parte de la pregunta: ¿Cómo son los procesos de formación que llevan a cabo los integrantes de organizaciones sociales en Resistencia Chaco?, buscando caracterizar la dinámica de las organizaciones sociales, cómo se forman para fortalecer su identidad, y consolidarse como colectivo de modo tal de influir en las agendas de gobierno e incidir en la formulación de políticas públicas.

      El objetivo general que guía esta investigación en curso es conocer y describir experiencias emancipatorias en ATE Chaco y Movimiento Evita Chaco a través de sus propios procesos, actividades y contenidos de formación y en este mismo sentido, los objetivos específicos que persigue esta investigación para cada una de las organizaciones se vinculan con conocer y describir el origen y motivo de lucha que definan la identidad de las dos organizaciones sociales, su rol político y social y vinculación con actores claves y las actividades formativas y los contenidos de formación de las experiencias educativas de las organizaciones.

     La investigación se encuadra en un estudio de tipo descriptivo y cualitativo. En este sentido, la construcción del objeto de estudio, surge luego de una lectura exhaustiva de material bibliográfico, en la cual se busca a partir del concepto de Educación Popular, indagar sobre aspectos vinculados a la identidad de las organizaciones sociales por estudiar, así como el rol, lugar y vinculación que tienen en esas organizaciones tanto la política como así también la formación.


Palabras Claves: Educación Popular – Organizaciones sociales – Experiencias Emancipatorias


     Los procesos de formación internos de las organizaciones crean no solo sentimientos de pertenencia sino que además operan como espacio de construcción de herramientas y estrategias para enfrentarse a los desafíos que se les presentan. 

Los procesos de formación internos de las organizaciones crean no solo sentimientos de pertenencia sino que además operan como espacio de construcción de herramientas y estrategias para enfrentarse a los desafíos que se les presentan.

 

     En lo que respecta a la selección de organizaciones, tienen que ver con una cuestión de luchas diversas y escenarios de surgimiento diferentes; sin embargo en la actualidad es posible verlas en manifestaciones que responden a una crisis económica, social, política que resulta transversal a ambas.

      En cuanto a las técnicas seleccionadas para llevar a cabo este trabajo fueron observación y entrevistas ambas realizadas en el mes de septiembre del año 2019. Ambas técnicas resultaron muy beneficiosas teniendo en cuenta los objetivos que se persiguen, ya que han podido dar un panorama que permite ver como a partir de la historia de cada organización, de sus vínculos y actividades logran la emancipación.

     Asimismo, si retomamos la problemática de investigación en la que sosteníamos que en la Argentina durante los últimos años se habían producido una serie de transformaciones en el plano político, económico, social y cultural producto de la crisis que hemos atravesado, que han dejado profundas huellas en términos de justicia, integración, inclusión y democracia con sentido social, y estas transformaciones no han sido ajenas a la Provincia del Chaco. Y donde, a partir de diciembre de 2001, el cambio del contexto institucional y del clima político cultural favoreció el desarrollo de experiencias innovadoras y de lucha colectiva, las cuales estimularon su articulación recíproca con otros movimientos sociales como los piquetes y las asambleas barriales, y suscitó el apoyo de partidos políticos, parlamentarios y funcionarios estatales –nacionales, provinciales y municipales, e incluso de sindicatos. Este nuevo contexto permitió tanto la incorporación en un movimiento – reconocible por sus integrantes y por la opinión pública- de trabajadores que encararon nuevas experiencias y la exploración de nuevas figuras jurídico-sociales, como la incorporación hacia atrás de trabajadores cuyas experiencias se habían mantenido hasta entonces relativamente aisladas y poco visibles. Es justamente este escenario el que manifiesta la secretaria general del Movimiento Evita al relatar la historia de conformación de la organización cuando sostiene: “(…) el Movimiento Evita es uno de los emergentes de la fragmentación social que existió en los 90’s. O si vamos más a lo político, descreimiento de la política a partir de lo que fue el neoliberalismo, aplicar las políticas del consenso[1], todo lo que pasó en la región, un poco el Movimiento Evita viene de ahí. Nace en los 90’s como MTD, Movimiento de los Trabajadores Desocupados (…) empezamos a construir lo que fue en su momento por eso el MT Evita, que nació en el conurbano bonaerense, donde están los grandes núcleos de trabajadores que fueron quedando fuera de la fábrica sobre todo en el conurbano y así se fue construyendo esa forma de organización popular que tenía alguna, si bien había muchas organizaciones que venía de la izquierda si se quiere, el Evita la diferencia es que venía con una base, con raíces peronistas (…) fue creciendo  y tuvo su máxima expresión en la crisis del 2001, en la cuestión social no, de la resistencia”. (Entrevista propia. Secretaria General del Movimiento Evita Chaco. Resistencia, 5 de septiembre de 2019). 

...a partir de diciembre de 2001, el cambio del contexto institucional y del clima político cultural favoreció el desarrollo de experiencias innovadoras y de lucha colectiva, las cuales estimularon su articulación recíproca con otros movimientos sociales como los piquetes y las asambleas barriales.
 

      Podemos ver aquí, claramente que el escenario de surgimiento de esta organización se condice con la problemática de la cual parte este trabajo, un momento histórico de nuestro país, y clave para las organizaciones que se han gestado en esta crisis y que además constituye parte del nuevo ethos militante al que hace referencia Longa (2016) retomando a Svampa (2010) al sostener que:

“En Argentina, la emergencia de este nuevo ethos tuvo su correlato principalmente en el florecimiento de asambleas barriales, fábricas recuperadas, movimientos de trabajadores desocupados, etc., desde mediados de la década de 1990. En el plano local entonces, las transformaciones en las subjetividades políticas que terminarán por conformar el nuevo ethos militante se centrarán en dimensiones tales como la autonomía (Rebón, 2007), la territorialidad (Wahren, 2009) y la forma asamblearia (Dinerstein, 2003), transmutándose los sentidos en los procesos de tomas de decisiones, en las perspectivas estratégicas de construcción política, en las tácticas promovidas frente a determinadas coyunturas y en las formas de producción de la legitimidad de los militantes.”(Longa, F. 2016:54)

 

La identidad de las organizaciones

     Siguiendo en esta linea y ahondando en el eje referido a la identidad, se puede notar en cuanto a los propósitos que persiguen, que la lucha por la garantía de derechos por parte del Estado es una constante en ambas organizaciones, el Movimiento Evita a través de su secretaria general sostiene que: “ esta organización existe porque hay mucha desigualdad. Ojala que en algún momento no exista más el Movimiento Evita y eso va a decir que hay justicia social para todos, que la brecha de desigualdad para los argentinos es menor. Pero el propósito es representar a los últimos de la fila. Nosotros decimos “los últimos de la fila” a esos compañeros que existen, pero parece que nadie los ve, digamos. Son millones en todo el país y que están afuera de todo y que subsisten y que y que aportan si se quiere a la economía de mercado, pero no tienen los derechos mínimos garantizados. Bueno, la razón de ser del Movimiento Evita es representar a esos compañeros, a los últimos de la fila, a los que… el Papa Francisco los define como poetas sociales, que son aquellos que han creado su trabajo y que han aportado desde una construcción de lo comunitario a sostener con cuestiones básicas, donde debería estar el estado, esa es la razón de ser de nuestro movimiento.” (Entrevista propia. Secretaria General del Movimiento Evita Chaco. Resistencia, 5 de septiembre de 2019).  

Nosotros decimos “los últimos de la fila” a esos compañeros que existen, pero parece que nadie los ve, digamos. Son millones en todo el país y que están afuera de todo y que subsisten y que y que aportan si se quiere a la economía de mercado, pero no tienen los derechos mínimos garantizados. (Entrevista propia. Secretaria General del Movimiento Evita Chaco. Resistencia, 5 de septiembre de 2019)

 

      Es en este mismo sentido que ATE a través de su secretario adjunto manifiesta que la organización se propone: “(…) armar un sindicalismo acá en la provincia que sea mucho más representativo de los estatales, que los compañeros puedan tener noción de su fuente laboral, entender al estado más allá de la necesidad laboral,  de su necesidad como ciudadano, de que cumpla un cometido en función de ese estado de bienestar que se hablaba hace algunos años, para describir algo aspiracional por ahí, y bueno para eso las herramientas; es un poco que los compañeros del estado conozcan el estado por un lado, donde más allá de sus funciones que por ahí hacen que uno, cuando algunos dice que “se pongan la camiseta”, nosotros entendemos que tenemos la camiseta  del ciudadano entonces el trabajador del estado por ahí también es bregar que el estado cumpla la misión para la que está pactada en los acuerdos constitucionales, la nación, la administración y los distintos poderes (…).(Entrevista propia. Secretario General Adjunto de ATE Chaco. Resistencia, 18 de septiembre de 2019)

     Se puede decir, que esto se vincula con la identidad en el trabajo se refiere a los procesos subjetivos a partir de los cuales los sujetos asignan continuidad y diferenciación a su existencia en el marco de sus experiencias laborales, otorgando sentido a sus prácticas sociales. La construcción identitaria se ancla en lo social y, dependiendo de la perspectiva de análisis, sus procesos son preferentemente narrativos, discursivos, de interacción con las estructuras o de acción en el sistema. Se ubica en los espacios de frontera y referencia mutua entre las identidades personales y colectivas y siempre apela simultáneamente a la herencia y al proyecto (Larraín, 2001). Ambas organizaciones buscan representar a un sector de trabajadores, pero en esa representación podemos ver que además intentan otorgarles herramientas a los trabajadores para generar los sentimientos de pertenencia para luchar y exigir al Estado el cumplimiento de sus derechos. 

Ambas organizaciones buscan representar a un sector de trabajadores, pero en esa representación podemos ver que además intentan otorgarles herramientas a los trabajadores para generar los sentimientos de pertenencia para luchar y exigir al Estado el cumplimiento de sus derechos.

 

 

Experiencias formativas de las organizaciones: actividades y contenidos que abordan

      En cuanto a las actividades y experiencias formativas se pueden visualizar avances concretos e interesantes en ambas organizaciones, en lo que hace referencia al Movimiento Evita la secretaria general sostiene: “venimos tratando de construir, en realidad a nivel nacional, tenemos un área de formación de la fuerza, pero a lo provincial estamos en la construcción de armar un ámbito de discusión política pero también de discusión de alternativas de salida a problemas que tienen hoy la provincia, como por ejemplo nosotros estamos implementando fuertemente cuál es el modelo productivo que tiene que tener nuestra provincia. Y qué hay que fortalecer. Nosotros entendemos que tenemos una provincia productiva, creo que no solamente para producir materia prima, sino para ponerle valor agregado a esa materia prima. Y que también necesitamos que nuestra provincia tenga una fuerte inversión en lo industrial. Tenemos que tener una provincia productiva e industrializada. Y para eso necesitamos formar, necesitamos conocer, por ejemplo, si nosotros representamos la economía popular, primero debemos conocer al sector, tenemos que estudiar el sector y tenemos que saber cuáles son las limitaciones, cuales son las virtudes de ese sector entonces estamos en esa construcción de ese nuevo emergente. Nosotros siempre decimos que estamos generando teoría, recién. Estamos escribiendo la teoría de cómo vamos a hacer las cosas.” (Entrevista propia. Secretaria General del Movimiento Evita Chaco. Resistencia, 5 de septiembre de 2019). En este sentido, Roberto Elisalde (2013) se refiere a las propuestas político- pedagógicas, las cuales según su visión, recuperan la educación popular, la autogestión y la territorialidad como núcleos básicos constitutivos, así como la lucha permanente y el reclamo al estado por el respeto a aquellos derechos vulnerados. Este autor sostiene que:

“la emergencia de estos procesos de resistencia y confrontación presentan una lógica del mercado que piensa a la educación como potencial político-popular de carácter emancipador donde el campesino trabajador, el trabajador auto gestionado, el trabajador docente, el trabajador precarizado sea revalorizado como creador y transformador de su propia historia.” (Elisalde, R., 2013:63)

     Ahora bien, es preciso pensar acerca de la formación en este sentido y en este contexto, al respecto se refiere Gilles Ferry (1993) cuando sostiene que una formación no se recibe, nadie puede formar a otro, no se puede hablar de un formador y de un formado; hablar de un formador y de un formado es afirmar que hay un polo activo, el formador, y un polo pasivo, el formado. El individuo se forma, es él quien desarrolla, diría, de forma en forma. El sujeto se forma solo y por sus propios medios.

     Situadas las cosas así y admitiendo, entonces, que los dispositivos, los contenidos de aprendizaje, el currículum no son la formación en sí sino medios para la formación, podemos preguntarnos cuáles son las condiciones fundamentales para que esta dinámica de desarrollo orientada hacia la adquisición de algunas formas se produzca. Es decir, cuáles son las condiciones requeridas para que la formación tenga lugar.

     Es importante saber que se puede realizar una lectura pedagógica de cualquier proceso social, ya que según la pedagoga Adriana Puiggros “lo pedagógico está siempre presente, lo cual no quiere decir que todo sea siempre pedagógico, ni tampoco que la educación se diluya como parte de otras prácticas o la pedagogía dentro de otros campos teóricos” (Puiggrós, A. 2016:17). Esto da cuenta que el hecho que el Movimiento Evita esté generando teoría, en función de su motivo de lucha, de los intereses y sector al que representa es sumamente importante en su proceso de emancipación y formación. 

Esto da cuenta que el hecho que el Movimiento Evita esté generando teoría, en función de su motivo de lucha, de los intereses y sector al que representa es sumamente importante en su proceso de emancipación y formación.

 

     Por otro lado tenemos a ATE, donde el secretario adjunto sostiene: “Desde el sindicato hay una escuela de formación sindical que desarrolla bastante la cuestión, lo online se empieza a dar, nosotros estamos tratando y estás invitada a empezar también a dar la formación de ese espacio, que si bien venimos dando de forma un poquito desorganizada por decirlo de alguna forma, pero que se da y es muy fuerte el crecimiento, sí es muy fuerte también para nosotros las actividades de esos vericuetos institucionales, así que por ahí nos complique, no dejamos de darlo, pero sí queremos sistematizarlo, va un poco de lo que viene el gremio a nivel institucional, pero sí tenemos que dar también nuestra demanda local, nuestra cuestión provincial, así que eso sí estamos en formación, eso es prioritario y primordial, para adelante.” (Entrevista propia. Secretario General Adjunto de ATE Chaco. Resistencia, 18 de septiembre de 2019) 

En ambos casos estudiados, la educación popular ofrece un marco dentro del cual se logra promover estrategias de formación de dirigentes en competencias para la gestión pública y social en el marco de la construcción de una identidad incluyente, de pertenencia social, involucrada a la vez en el fortalecimiento de las instituciones democráticas, y orientada hacia la conformación de un sujeto político socialmente comprometido.

     En ambos casos estudiados, la educación popular ofrece un marco dentro del cual se logra promover estrategias de formación de dirigentes en competencias para la gestión pública y social en el marco de la construcción de una identidad incluyente, de pertenencia social, involucrada a la vez en el fortalecimiento de las instituciones democráticas, y orientada hacia la conformación de un sujeto político socialmente comprometido. Al respecto Adriana Puiggrós (2016) sostiene que: “la educación, como toda práctica social, es productora de una pluralidad de sentidos y susceptible de ser producida y leída desde ángulos diferentes (ideológico, político, económico, psicológico) a partir de procesos histórico sociales” (Puiggrós, A. 2016:17). 

     Es oportuno en este sentido recuperar a Roberto Elisalde (2013) cuando sostiene que:

“los nuevos movimientos sociales en América Latina y en Argentina en particular, han asumido la educación popular como una herramienta de lucha en la construcción de mayor participación, organización y ejercicio de nuevos proyectos populares que miran hacia la transformación social. Estos proyectos políticos proponen un proceso cultural desde una educación en movimiento, profundamente vinculada a la realidad social desde una lógica de ruptura, participativa y con mayores alcances democráticos, articulada con las tradiciones, historia y memoria de las organizaciones territoriales” (Elizalde, R., 2013:53).

     En ambas actividades se pueden encontrar rasgos de una pedagogía emancipadora, entendida como aquellas miradas teóricas, proyectos y formas de enseñanza que fundadas sobre una mirada crítica al método implementado por el sistema educativo moderno que apuesta a la reproducción e institucionalización de las relaciones sociales capitalistas, implementan iniciativas pedagógico-didácticas orientadas a incidir en lo educativo con miras a la transformación del orden social vigente.

     Según Pablo Imen (2016) frente a una pedagogía de la opresión, que conjuga desigualdad, enajenación e injusticia; es preciso entonces oponer una alternativa pedagógica contra hegemónica. Formar para la soberanía cognitiva (entendida como capacidad de pensar con cabeza propia); desplegar todos los aspectos de la personalidad (saber pensar, saber decir, saber sentir, saber hacer, saber convivir); educar gobernantes y productores libres son elementos que, muy resumidamente, deben aportar a una pedagogía emancipadora latinoamericana. Estas definiciones no son invenciones de escritorio, sino, más bien, la conclusión que se desprende de un análisis que mira la perspectiva histórica nuestra americana y las necesidades de formación para un proyecto colectivo de dignidad, soberanía y justicia.

     Para ello, una parte fundamental tiene que ver con la construcción de una práctica pedagógica reflexiva, con formadores que construyan conocimiento y que produzcan nuevas conceptualizaciones que profundicen la imbricación de teoría y práctica. Es importante reformular el papel del docente, hacerlo agente de diálogo desde múltiples culturas, generadores de nuevo conocimiento y productor de nuevas propuestas pedagógicas.

     Teniendo en cuenta esto, los contenidos y las propuestas de ambas organizaciones son emancipadoras en función de su contexto histórico, en función de sus motivos de luchas, son contenidos y experiencias que empoderan a los integrantes de ambas organizaciones, que les brindan herramientas que los fortalecen en sus espacios de acción. 

...los contenidos y las propuestas de ambas organizaciones son emancipadoras en función de su contexto histórico, en función de sus motivos de luchas, son contenidos y experiencias que empoderan a los integrantes de ambas organizaciones, que les brindan herramientas que los fortalecen en sus espacios de acción.

 

Reflexiones finales

     Me encontré con organizaciones, que no solo imaginan alternativas a la realidad que los llevó a organizarse para luchar por sus objetivos y metas, sino que además llevan a cabo las acciones necesarias para emanciparse e incidir en las agendas de gobierno, obteniendo logros para el colectivo al que representa cada una. En ese sentido quiero retomar un fragmento del reconocido Paulo Freire: “La imaginación, la conjetura en torno a un mundo diferente al de la opresión, son tan necesarias para la praxis de los sujetos históricos y transformadores de la realidad como necesariamente forma parte del trabajo humano que el obrero tenga antes en la cabeza el diseño, la “conjetura” de lo que va a hacer. Hoy podemos ver por ejemplo la dinámica de las luchas feministas, las cuales protagonizan una transversalidad que impulsan a pensar y construir proyectos emancipatorios integrales. A su vez, la emergencia de nuevos sujetos políticos como las y los trabajadores de la economía popular, reflejan el agotamiento del capitalismo y la posibilidad de organizar otras formas de gestión de nuestros recursos, organizados, en la disputa cotidiana a mediano y largo plazo.

     Los aportes que brinda el enfoque territorial, dan cuenta que estas organizaciones estudiadas gestan y desarrollan luchas y resistencias al orden social e institucional constituido y que se manifiestan en este caso en un determinado ámbito espacial. Se pueden percibir en ambas organizaciones, actores y sujetos que ejercen poder y territorialidad    a través sus roles y a través de sus acciones, procesos y experiencias emancipatorias producen transformaciones en el espacio y en las instituciones respectivas que son la causa y consecuencia de las diferentes formas que asume la producción del espacio.      

Se pueden percibir en ambas organizaciones, actores y sujetos que ejercen poder y territorialidad a través sus roles y a través de sus acciones, procesos y experiencias emancipatorias producen transformaciones en el espacio y en las instituciones respectivas que son la causa y consecuencia de las diferentes formas que asume la producción del espacio.

 

     Al respecto Pablo Imen (2016) sostiene: “Si el primer punto del programa emancipador del siglo XXI es la construcción de la Patria Grande, el segundo es la superación definitiva del neoliberal-conservadurismo y el avance, hasta donde sea posible, de nuevas formas de organización social que establezcan sociedades igualitarias, profundamente democráticas, formadoras de hombres y mujeres libres, solidarios, capaces de construir un proyecto común de presente y de futuro. En este marco cobra sentido la discusión (y la creación) de una pedagogía emancipadora nuestra americana. Si las apuestas colectivas avanzan a un orden social fundado en la justicia, dicha organización requerirá un proyecto político educativo congruente, descolonizador, emancipatorio, diverso”.


Bibliografía:

  • DINERSTEIN, A., CONTARTESE, D y DELEICQUE, M. (2010). La ruta de los piqueteros: luchas y legados. Buenos Aires: Capital Intelectual. Recuperado de http://www.academia.edu/2950766/La_Ruta_de_los_Piqueteros._Luchas_y_Legados_with_ Deledicque_and_Contartese_
  • ELISALDE, R. (2013) “Movimientos sociales, educación popular y trabajo auto gestionado en el Cono Sur” Buenos Libros; Buenos Aires.
  • FERRY, G. (1993): “Pedagogía de la formación” Eds. FFL-UBA. Novedades Educativas, Bs.As. Capítulo 1
  • FREIRE, P. (2015) “Pedagogía de la esperanza: un reencuentro con la pedagogía del oprimido” Siglo Veintiuno, Buenos Aires.
  • IMEN, P. (2016) “Una pedagogía Emancipadora para Nuestra América” En Otras voces en Educación. 5 de marzo de 2016. En http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/4499
  • LARRAIN J. (2001).Identidad chilena. Santiago, Chile: LOM
  • LONGA, FRANCISCO (2016) Acerca del “ethos militante. Aportes conceptuales y metodológicos para su estudio en movimientos sociales contemporáneos. Publicación del Instituto de Investigaciones Gino Germani Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires ISSN 1666-8979.
  • MANZANAL, M. (2007): Territorio, poder e instituciones. Una perspectiva crítica sobre la producción del territorio, en Territorios en construcción: actores, tramas y gobiernos, entre la cooperación y el conflicto / Mabel Manzanal… [et al.]; 1a ed. – Buenos Aires: Fundación Centro Integral Comunicación, Cultura y Sociedad – CICCUS, 2007. 288 p.; ISBN 978-987-9355 49-7.
  • PUIGGROS, A. (2016) “La educación popular EN América Latina. Orígenes, polémicas y perspectivas” Colihue, Buenos Aires.

[1] El denominado Consenso de Washington se refiere al conjunto de medidas de política económica de corte neoliberal aplicadas a partir de los años ochenta para, por un lado, hacer frente a la reducción de la tasa de beneficio en los países del Norte tras la crisis económica de los setenta, y por otro, como salida impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) a los países del Sur ante el estallido de la crisis de la deuda externa. Todo ello por medio de la condicionalidad macroeconómica vinculada a la financiación concedida por estos organismos  (WILLIAMSON, J. 2003)

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