Un recorrido por la estructura ocupacional del Chaco

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Miradas Locales

Un recorrido por la estructura ocupacional del Chaco


Por: Cristian Bonavida y Miguel Ignacio Alegre
Tramas Miradas-Locales-Empleo Un recorrido por la estructura ocupacional del Chaco  Revista Tramas

Indagar acerca de la estructura ocupacional en la provincia y su evolución en últimos años resulta revelador sobre  las características fundamentales del mercado laboral chaqueño que a su vez influyen sobre otras variables más agregadas como el producto bruto geográfico, el consumo, el ahorro o el desahorro de las familias.

El mercado laboral se encuentra en plena transformación y el espacio provincial no es un ámbito que escape a esta realidad. Día a día se ponen en juego nuevas maneras y capacidades que definen dónde, cómo y en qué labor una persona encuentra trabajo o tiene posibilidad de encontrarlo. En este contexto no es trivial analizar cómo se distribuyen los ocupados chaqueños entre las distintas actividades, que competencias educativas lo conducen con mayor probabilidad a una u otra actividad y cómo esto influye sobre sus ingresos, sobre la formalización, y sobre la necesidad de ocuparse incluso en otras actividades por fuera de su actividad principal.

 

¿Dónde se ocupan los trabajadores chaqueños?

Según datos de EPH a 2017 existen tres ramas de actividad que absorben en conjunto cerca del 70% de la población chaqueña ocupada: servicios (31%), administración pública (20%), comercio (18%). Por detrás en orden de importancia podemos encontrar los rubros de  construcción (12%), enseñanza (10%) y aún más lejos a la actividad manufacturera con apenas el 5% sobre el total. El problema metodológico presente en el cálculo anterior consiste en estimar el peso de los ocupados en el sector agropecuario ya que la EPH subestima el empleo en este sector debido a que la muestra se realiza sobre los aglomerados urbanos. Para paliar esta dificultad resulta útil complementar el  análisis de la estructura laboral con datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Así puede verse que el sector primario, típicamente significativo en nuestra provincia dentro de los sectores de la actividad laboral, participa del empleo con un 9% sobre el total de trabajadores registrados. Cabe preguntarnos si esta fotografía a 2017 es representativa de los años previos o si por el contrario han existido variaciones al interior del mercado laboral, es decir, preguntarnos acerca de su evolución. Pero esta última fuente de información también presenta sus limitaciones en tanto y en cuanto sólo releva a los trabajadores registrados y no mide la actividad en el sector público.

Por tanto la obtención de tendencias y datos significativos pueden surgir sólo del uso complementario de ambas fuentes. De esta manera puede detectarse la trayectoria para los últimos años en el mercado laboral: los sectores que más han ganado en términos de participación en la cantidad de empleo son el sector servicios y la administración pública. En cuanto al primero de ellos registró un aumento de un 3.5 pp aproximadamente entre 2010-2017 según MTySS. Por su parte el desempeño de la actividad laboral pública es llamativamente expansionista hasta 2015 cuando el empleo en el sector público había registrado un aumento de 14 pp (pasando de 16% a 30%), el mayor aumento del período. En cambio entre 2015-2017 el sector fue objeto de diversos ajustes y solo absorbía el 20% del total del empleo del aglomerado según EPH. Como contrapartida de estos movimientos se evidencia una pérdida en el peso de sectores típicamente más relevantes como lo son el sector primario y la industria.  En términos de absorción del empleo chaqueño el sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura resignaba de punta a punta en el mismo periodo 3 puntos porcentuales (del 12% al 9%) al igual que el sector manufacturero (13% al 10%) e inclusive el sector comercio cedió terreno dentro del entramado productivo según MTySS. Por su parte el sector de la construcción cobró mucha fuerza hasta 2015 demostrando un gran dinamismo y expansión pero se resintió fuertemente desde 2015 en adelante absorbiendo menos empleo que a inicios del período en análisis.

los sectores que más han ganado en términos de participación en la cantidad de empleo son el sector servicios y la administración pública.Como contrapartida de estos movimientos se evidencia una pérdida en el peso de sectores típicamente más relevantes como lo son el sector primario y la industria

 


La educación y el mercado laboral

Teniendo en mente este mapa de la estructura laboral debemos ir un paso más para entender qué implica en términos de calificación y conocimientos dicha estructura y cuál es la evolución del nivel educativo en los trabajadores chaqueños. Nuevamente, a partir de los datos de EPH en el mismo periodo analizado se evidencia como tendencia más clara y persistente el aumento del porcentaje de trabajadores con nivel secundario completo, disminuyendo en proporción aquellos con secundario incompleto, primario completo o incompleto. 

se evidencia como tendencia más clara y persistente el aumento del porcentaje de trabajadores con nivel secundario completo, disminuyendo en proporción aquellos con secundario incompleto, primario completo o incompleto

Esta variación positiva puede estar vinculada a ciertos factores institucionales y estructurales. Por un lado ha sido crucial la Ley de educación secundaria sancionada en 2006, en la que se establecía que la educación desde los 5 años hasta el final del secundario será obligatoria y que al mismo tiempo aumentaba progresivamente el presupuesto para inversión pública en educación hasta un 6% del PIB. Conjuntamente a dicha normativa la mayor facilidad para finalizar los estudios secundarios a través de programas auspiciados por el Estado Nacional como el plan FinES y la condicionalidad de asistir a la escuela para percibir la asignación universal por hijo y las transferencias por escolaridad, han resultado factores impulsores de la finalización de la educación secundaria. Por otro lado, opera una tendencia general que impone la necesidad de contar con trabajadores con mayor calificación inclusive para tareas rutinarias o menos complejas. Esto se verifica también con los mismos datos de EPH. Al tomar como categorización “manual” y “no manual” -como proxi de la calificación de la tarea laboral- se evidencia que para el periodo bajo análisis hay un aumento sostenido en la cantidad de trabajadores que desempeñan una actividad manual, es decir con una calificación menor, y que poseen estudios secundarios completos en relación a los años previos, por lo que la mayor demanda de formación alcanza también a trabajos que no requieren en sí mismos capacidades técnicas específicas o elevadas.

Aun cuando se evidencia un incremento en los trabajadores con secundario completo no debe perderse de vista el nivel de la educación secundaria en nuestra provincia. En este sentido la encuesta APRENDER 2017 arroja datos elocuentes al respecto: los conocimientos de lo estudiantes secundarios chaqueños se encuentran muy por debajo de los resultados para el promedio nacional. Así mientras en Chaco el 63.5% tiene conocimientos por debajo del nivel básico en matemática y el 32.3 % en lengua, a nivel nacional estos registros alcanzan valores de 41.3% y 19.7% respectivamente. Esta misma desventaja relativa de la provincia se comprueba para los niveles de desempeño básico, satisfactorio y avanzado. Entonces debe señalarse, a riesgos de recordar una obviedad, que el hecho de completar los estudios secundarios, lo cual engrosa las estadísticas de formación aumentado el nivel general, no implica la obtención o la apropiación de las cualidades y conocimientos suficientes que permitan un desempeño satisfactorio dentro del mercado laboral. 

el hecho de completar los estudios secundarios, lo cual engrosa las estadísticas de formación aumentando el nivel general, no implica la obtención o la apropiación de las cualidades y conocimientos suficientes que permitan un desempeño satisfactorio dentro del mercado laboral

Si bien hasta aquí hemos presentado la tendencia general, hacia dentro de las ramas productivas la distribución de los trabajadores según su nivel educativo es bien diversa. Para reflejar esto clasificamos a los trabajadores en tres categorías según su nivel educativo: bajo, medio, alto.[1] Las ramas que emplean mayormente a trabajadores con nivel alto y medio son la administración pública, el sector servicios y el de enseñanza. Los dos primeros han sido los sectores que entre 2010-2017 tuvieron una mejor evolución en términos de incorporación de trabajadores formados. El empleo en el sector público se caracteriza por contar con trabajadores de niveles medios y altos de educación, lo que en parte se debe a que el secundario completo se convirtió en un requisito para el ingreso a las esferas públicas. El sector servicio por su parte muestra un aumento significativo en los trabajadores con formación universitaria, incrementando así su nivel de tecnificación y conocimiento. En el otro extremo, aquellos sectores donde la participación de trabajadores con nivel educativo bajo es más fuerte se encuentran la industria manufacturera, la construcción y el comercio. La primera de estas ramas ha sufrido un cierto detrimento en términos de calificación laboral ya que para el periodo, si bien se incorporaron trabajadores con secundario completo, ha caído a la mitad aquellos con nivel universitario, lo que no es un dato menor por cuanto afecta la capacidad de generar y agregar valor a los productos regionales a través de la incorporación de conocimiento y tecnología a los procesos productivos.

En relación a esto, en términos más generales, la región NEA es la que presenta mayores dificultades para cubrir un puesto de trabajo debido a razones de falta de competencias técnicas adecuadas. Según los datos aportados por el INET (2016) los empleadores de esta región resultan más afectadas por la falta de personal calificado en los sectores manufactureros -entre las que se encuentran las actividades metalmecánicas y metalúrgicas- en las industrias de procesos y las industrias intensivas en trabajo, mientras que dentro del sector servicios sobresalen las actividades de software, telecomunicaciones y multimedia, y los servicios de salud.

Por lo tanto, a pesar de que se haya registrado un aumento significativo en términos de ocupados chaqueños con secundario finalizado, todavía queda mucho espacio por avanzar sobre la calidad y el nivel de dicha educación así como sobre la promoción de formación de la mano de obra en habilidades específicas requeridas por los sectores productivos. Lo anterior  constituye un requisito fundamental para ensanchar la agregación de valor regional, los procesos de innovación tecnológica, y como veremos seguidamente, resulta determinante de la formalidad y los ingresos alcanzados.

 

La formalidad y el ingreso como correlato

Como se adelantó en el párrafo anterior, se puede verificar la estrecha relación existente entre el nivel de educación alcanzado y el nivel de informalidad entre los sectores. Así por ejemplo, la industria manufacturera y el sector construcción que poseen en promedio el 70% de sus trabajadores con niveles bajos de estudio, son así mismos los sectores con mayor proporción de trabajadores informales,con el 67% y 84% respectivamente. En el otro extremo, en los sectores de administración pública y enseñanza que detentan los mayores niveles de estudio, más del 90% de sus trabajadores se encuentran registrados en la seguridad social.

Asimismo el mencionado aumento en la tecnificación del sector servicios parece tener su correlato en una mejora en los registros de calificación de los trabajadores del sector que arrojaba un 41% de informalidad para 2010 mientras que para 2017 ese mismo indicador había disminuido en 13 pp. Lo mismo se confirma al interior de dicho sector el cual esconde, tras la agregación en una misma categoría, a distintas ramas bien heterogéneas entre sí. Así las dos actividades que menor tasa de informalidad poseen son las de servicios financieros e inmobiliarios y el de servicios de salud y sociales que son justamente aquellos en los que existe mayor participación de trabajadores con educación media y alta, mientras que en la actividad de trabajo doméstico por ejemplo la informalidad llega al 78% y en el caso de hoteles y restaurantes el 33%, siendo ambas preponderantes en nivel educativo bajo y medio.

La correlación parece ser directa y estrecha, y la misma ya ha sido verificada previamente. Una investigación publicada por CEPAL (2011) calcula los coeficientes de correlación para las variables determinantes de la precariedad laboral para el total de aglomerados en base a la EPH. Según CEPAL la probabilidad de acceder a un empleo formal teniendo un bajo nivel educativo es del 0.292, mientras que la probabilidad es de 0.873 teniendo un nivel de educación alto. La diferencia entre ambos valores da cuenta de la importancia de una mejora en los índices educativos. . El acceso a la educación formal no sólo propicia la apropiación de conocimientos y capacidades sino que además redunda en una mayor probabilidad de insertarse en un empleo de calidad accediendo a los derechos que la legislación asegura a los trabajadores registrados

El acceso a la educación formal no sólo propicia la apropiación de conocimientos y capacidades sino que además redunda en una mayor probabilidad de insertarse en un empleo de calidad accediendo a los derechos que la legislación asegura a los trabajadores registrados

 

Gráfico N°1: Chaco. 2017. Nivel de informalidad según ramas de actividades en empleos con bajo nivel educativo.

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Fuente: Elaboración propia en base a datos de la EPH

Esto mismo se verifica al relacionar el nivel de informalidad con el nivel de calificación requerido en el trabajo, esto es, los trabajos que requieren menor nivel de conocimientos (no calificados y operativos) son asimismo predominantemente precarios. Según se desprende de la EPH en 2010 el 75% de los empleos no calificados era informal, el 31% de los operativos era informal, mientras que menos del 9% de los empleos técnicos y menos del 5% para los profesionales se encontraban en situación de informalidad. Hacia 2017, la tendencia se mantuvo, no obstante la informalidad fue mayor entre los empleo operativos que entre los no calificados en 2017 (51% vs 42%).   

Siguiendo con las tendencias en la estructura ocupacional de la provincia, resulta interesante observar el quiebre que se da a partir del 2015 en el indicador de formalidad en la industria manufacturera y el sector de la construcción. La industria manufacturera, debido a un incremento del empleo registrado, disminuyó la proporción de informales al interior de dicho sector en 15 pp entre 2010 y 2015. Ahora bien, desde el 2015 el cambio en el modelo imperante revirtió la tendencia: si bien el número de informales disminuyó, también lo hizo el de los trabajadores formales, es decir, operó una destrucción de empleo en ambas categorías y la proporción de informales superó a la del 2010. El sector construcción se comportó de forma similar, en el primer período incrementaron tanto el empleo formal como informal pero este último lo hizo en mayor medida. Luego del 2015, se observa la contracción del sector traducida en el retroceso de empleo en ambas categorías. No es una cuestión menor notar esta tendencia dado que es un indicativo cierto de que ante la crisis y la recesión que atravesaron estos sectores[2] el impacto negativo no repercute solo en disminución de puestos de trabajo sino en una menor calidad de los mismos, es decir una mayor precarización.

Al mirar la participación de los trabajadores en los quintiles por ingreso notamos variaciones interesantes y, como era de esperarse, están estrechamente relacionadas a lo descripto previamente. La rama de manufacturas en consonancia con el mayor peso de trabajadores con nivel medio de educación, hasta 2015 incrementó la participación en el quintil medio de ingresos mejorando la posición de sus trabajadores ya que además los quintiles más bajos se redujeron en importancia. Sin embargo para 2015-2017 se evidencia un fuerte retroceso en la remuneración de sus trabajadores que en magnitud supera ampliamente la mejora de los años previos, lo que se encuentra directamente vinculado a fuerte recesión de la actividad industrial junto con el aumento de la informalidad ya mencionado. Por su parte, el sector construcción para todo el periodo y en términos netos empeoró su participación en el ingreso al registrar un aumento de los trabajadores incluidos en el segundo quintil más bajo, una escasa mejora en el quintil medio y una reducción en los más altos. Esto mismo se corrobora para la actividad de comercio entre 2010-2017 con la diferencia que en este caso se evidencia una mayor brecha entre trabajadores del mismo sector debido a que se incrementa el peso de trabajadores en los quintiles más encumbrados mientras aumentan los trabajadores relegados a los ingresos más bajos. Se comprueba así que los sectores para los cuales se registraba menor educación y más tasas de informalidad han retrocedido en términos de participación de ingresos de sus trabajadores y los escasos aumentos registrados (caso de manufacturas) se debieron a una mejora  directa en los niveles educativos.

Se comprueba así que los sectores para los cuales se registraba menor educación y más tasas de informalidad han retrocedido en términos de participación de ingresos

 

Cuadro N°1: Chaco. Evolución de la participación de los trabajadores de cada rama por quintiles para 2010-2015 y 2015-2017 en puntos porcentuales.

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Fuente: elaboración propia en base a datos de EPH.

 

Por otro lado, el sector de administración pública a 2015 incrementa en 13 pp la participación en el quintil más altos, la variación más elevada entre todos los periodos para todos los sectores. Esta llamativa mejora de los funcionarios estatales en términos de ingresos contrasta con lo que ocurre en el los quintiles más bajos, separándose los ingresos de los trabajadores dentro de esta misma rama de actividad. El ajuste en los presupuestos estatales y en el gasto público parece verse reflejado en los datos obtenidos ya que puede evidenciarse que entre 2015-2017 la brecha entre ingresos se achica con respecto al periodo previo y cobra más peso el quintil medio, perdiendo fuerza la participación en ingresos más altos. El sector que sí demuestra una mejora de punta a punta en el periodo y que se posiciona de forma más favorable en cuanto a los ingresos de sus trabajadores es el sector servicios. A diferencia de otros sectores, esta rama de actividad logra una mejora en los indicadores de ingresos hasta 2015 y consigue mantenerla en el agregado hasta 2017, de manera que posiciona una mayor cantidad de sus trabajadores entre los quintiles medios y altos mientras que disminuyen aquellos de ingresos más reducidos. Esta última tendencia es más representativa para el caso de servicios financieros e inmobiliarios y de salud que incluso continúan mejorando su participación en términos de remuneraciones, mientras que el trabajo doméstico y la actividad de restaurante y hotelería presenta signos de haberse resentido o desacelerado desde 2015.

Adicionalmente los datos de quintiles de ingresos permiten verificar que los tres sectores que emplean mayor cantidad de trabajadores dentro de los quintiles de ingresos altos son administración pública (54%) enseñanza (65%) y servicios (36%), reforzando la correlación entre niveles de educación e ingresos e informalidad.

En cuanto a la distribución del ingreso en el total de la estructura ocupacional puede verificarse que ha existido una mejora en el índice Gini y por tanto un acortamiento de la brecha entre los trabajadores
 

En cuanto a la distribución del ingreso en el total de la estructura ocupacional puede verificarse que ha existido una mejora en el índice Gini y por tanto un acortamiento de la brecha entre los trabajadores. La mejora significativa tuvo lugar entre 2010-2015 cuando el coeficiente disminuyó en casi 0,10  en concordancia con la tendencia a nivel nacional aunque duplicandola en magnitud. En cambio para el periodo 2015-2017 el Chaco registra cierta continuidad en la mejora del índice mientras que para el nivel nacional se registra un retroceso y una reversión en la tendencia.  Estos datos indican que ha tenido lugar una distribución del ingreso más equitativa más allá del retroceso o la mejora de la posición relativa de las distintas ramas, ya que estos movimientos no invalidan al primero por cuanto una mejora o no en los ingresos no es indicativo de cómo se distribuya el mismo para el conjunto de los ocupados. En este último sentido los datos indican que la distancia entre los más ricos y los más pobres es menor para la provincia que siete años atrás.

 

Cuadro N°2: Índice de Gini para la provincia y nación. 2010, 2015, 2017.

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 Fuente: elaboración propia en base a datos de EPH.

Comentarios finales

A través de esta breve revisión del empleo provincial hemos podido verificar que el acceso a un mayor nivel educativo repercute positivamente y de manera directa en la posibilidad de insertarse en un empleo registrado y de acceder a una mejor posición relativa en términos de remuneraciones. Concretamente en este sentido para el caso chaqueño evidenciamos una estructura dual con dos sectores marcadamente vulnerables (construcción e industria) y otros mejor posicionados (administración pública, enseñanza y servicios). Como dato positivo puede mencionarse que casi la mitad de los ocupados chaqueños se encuentran insertos en 2 de estos 3 sectores. Aun cuando debe tenerse en cuenta la gran heterogeneidad dentro del sector servicios, este último ha sido el que más ha aumentado los niveles de calificación, sus ingresos y la cantidad de trabajadores formales. Por su parte el sector administración pública ha visto una mejora marcada en sus niveles de ingresos, principalmente en los quintiles más altos, y en el porcentaje de empleo generado.

Contrariamente los sectores de mayor vulnerabilidad, que emplean prácticamente al 20% de la población y al 36% si además se incluye al sector comercio, son los que han demostrado un desempeño más pobre en sus indicadores de ingresos, formalidad y educación. La mayor debilidad de estos sectores se vió reflejada en un fuerte ajuste y recesión de ambos  en los últimos dos años. Concretamente, el nivel de empleo y la proporción de informales en cada uno de los sectores se resintió desde el 2015.   

En cuanto a la variable educación, hemos asistido a una mejora en los términos de cantidad de trabajadores con nivel secundario completo, lo cual ha sido producto de factores institucionales y estructurales. Más allá de esta tendencia positiva, se evidencia una desventaja relativa con respecto al plano nacional en cuanto al nivel educativo del secundario chaqueño. Asimismo se evidencia la necesidad de avanzar sobre la formación específica, más vinculada a las capacidades y niveles requeridos en las industrias y ramas de actividad de peso en el contexto provincial de forma tal de ensanchar la posibilidad de generar y agregar valor regional.

 

[1] Dichos sectores han sido  los que más perdieron en términos de producción, participación en el Valor Agregado y en sus índices de actividad tras las nuevas medida económicas a partir de 2015

[2] Nivel bajo incluye hasta el secundario incompleto; nivel medio incluye secundario completo; y alto educación universitaria completa e incompleta


Bibliografía:

-Groisman, Fernando (2011) Argentina: “Los hogares y los cambios en el mercado laboral (2004-2009)”. En: Revista CEPAL 104, Agosto 2011. Pág. 81-102

-Instituto Nacional Educación Tecnológica (2016). “Demanda de Capacidades 2020. Análisis de la demanda de capacidades laborales en la Argentina”. Ministerio de Educación.

-Rosati, G. y Donaire, R. (2012) “Sobre el supuesto de homogeneidad en el análisis de la estructura social”. Reflexiones a partir de un ejercicio empírico. En Entramados y perspectivas 2(2), 71-98

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